"Concédeme, Señor, serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que sí puedo y sabiduría para distinguir las unas de las otras". Kurt Vonnegut, Matadero cinco

11/3/16

Reseña: El fuego en el que ardo, de Mike Lightwood

¡Muy buenas a todos! Os prometí hace como mil años que os traería reseñas. Siento mucho llegar con tanto retraso, pero aquí tenéis una, la reseña del que, de momento, es el mejor libro que he leído este año: El fuego en el que ardo, de Mike Lightwood

*recordatorio previo: todo lo que escribo a partir de ahora es mi opinión, no tiene por qué ser la única ni la mejor ni nada y está hecha desde el respeto y el cariño*

Confesión: antes de que se publicara se realizó una votación para escoger la portada... y yo escogí la opción que no ganó. Suele pasar ^^"
Ser gay puede complicarte mucho la vida.
¿Todas esas películas y series que te cuentan lo maravilloso que es ser gay? ¿Estar rodeado de compañeros modernos en el instituto que te quieren como eres? ¿Padres que te apoyan incondicionalmente?
Todo mentira. La realidad no es esa. Al menos, no la del protagonista de esta historia, que vive un auténtico infierno por culpa de aquellos que no lo aceptan como es.
Pero, cuando las cosas se complican de verdad, conoce a un chico de ciudad con una visión del mundo completamente distinta. Con su ayuda, deberá escoger entre dejarse consumir por las llamas de quienes lo odian o renacer de sus propias cenizas.

Booktrailer aquí.

Publicada en enero de 2016 por Plataforma Neo, El fuego en el que ardo es una novela que ha dado que hablar por la temática que trata. Y es que, por desgracia, no hay aún suficientes novelas que hablen del bullying en las aulas, y mucho menos aún si este bullying se debe a la orientación sexual del protagonista. El fuego en el que ardo se postula de este modo como una novela rompedora en ese aspecto, tanto por abordar la temática LGTB como por hablar sin tapujos y sin ningún tipo de pudor de las vejaciones que pueden llegar a producirse cuando alguien decide hacerte la vida imposible solo por ser tú mismo. En este sentido, se trata de una novela necesaria. Necesaria para denunciar ese tipo de conductas y dar voz a todos los adolescentes que sufren los mismos ataques que el protagonista de esta historia. Necesaria a nivel literario, también, para dar visibilidad al colectivo LGTB en la literatura juvenil. Es un colectivo que existe, que es real como la vida misma, y como tal tiene el derecho de verse reflejado en un tipo de literatura que en muchas ocasiones se considera "realista" (también hay fantasía dentro de la literatura juvenil, lo sé, pero ese no es el tema ahora mismo). Los jóvenes tienen derecho a verse reflejados en lo que leen, a poder sentirse identificados. Tenemos derecho a que se nos muestre la diversidad de la sociedad en la que vivimos, y por eso me alegro mucho de que las editoriales se animen cada vez más a publicar libros así. Somos lo que leemos, al fin y al cabo...

Los temas que se tratan en esta novela son variados. Ese es uno de sus puntos a favor. No es una novela en el que la sexualidad del protagonista sea lo único que mueve la historia. Por supuesto, es el desencadentante de todo, pero me gusta el hecho de que Mike haya aprovechado la novela para incluir otros temas igual de relevantes en la actualidad, como son el acoso escolar, la homofobia o la violencia doméstica. No faltan otros temas más clásicos, como la superación personal y el amor. Respecto a este último, me ha gustado que no sea el tema central de la historia, que no todo gire en torno en la relación de Óscar y Sergio. Me ha parecido que lo verdaderamente importante, de lo que trata esta historia, es de la situación tan crítica que vive Óscar y de cómo poco a poco, por sus propios medios y con el apoyo de sus seres queridos, consigue salir de esta más reforzado y seguro de sí mismo. Para mí es una historia de superación y de madurez. Y esto me lleva a otra de las cosas que me han gustado de El fuego en el que ardo: su visión del amor. Estamos acostumbrados al cliché de que el amor todo lo puede, de que el amor y la persona amada bastan para salvar al desgraciado protagonista de su infierno personal. El protagonista es salvado. Pues no, aquí no es así. Aquí es el propio protagonista el que se da cuenta de que las cosas tienen que cambiar, es él quien decide salvarse por sí mismo. Y es a raíz de esta decisión de intentar cambiar las cosas cuando su vida comienza a dar un giro. Es un gran mensaje. La vida no va a cambiar porque conozcas a alguien especial o porque te sientes a lamentarte por tus problemas. Eres tú quien debe coger las riendas y luchar. Y aquí se transmite justo eso. Bravo.

Centrándonos en aspectos más técnicos, El fuego en el que ardo destaca también por sus referencias a libros/películas/series del imaginario popular (Harry Potter, John Green, etc.), lo cual ayuda también a construir ese aire de realismo para que el lector pueda identificarse con la historia y hacerla suya. Los personajes son reales, hablan de lo que podrías hablar tú con tus amigos, hacen las mismas coñas, piensan como pensarías tú. No hay nada forzado, nada que chirríe en ese sentido. También me ha parecido llamativo el formato transmedia con el que juega: la novela presenta fragmentos narrados a través de conversaciones por whatsapp, tweets, el blog del protagonista... Pero no se queda ahí. El blog y la cuenta de Twitter del protagonista existen realmente, podéis buscarlos en internet. Es algo que ya había visto en otras novelas como Cielo rojo de David Lozano, pero me sigue pareciendo interesante la idea de crear historias que trasciendan el papel y alcancen otros canales como internet. Cuenta además con otros recursos más habituales, como ilustraciones o flashbacks (en unas preciosas páginas negras con letras blancas que potencian el impacto de su contenido). Plataforma Neo ha demostrado una vez más que cuida mucho el aspecto de los libros de su colección, y respecto a ello no puedo sino aplaudir.

Hablando un poco del estilo, aquí le pongo una pega, pero es una pega personal que no afecta para nada a la calidad de la historia. La novela está escrita en 1ª persona en tiempo presente. Es un estilo narrativo con el que me topo mucho últimamente y eso me choca. En cualquier caso, insisto en que es una pega personal, nada de lo que quejarse, en realidad. Para compensar, diré que me ha encantado el hecho de que los capítulos sean cortos. El estilo de Mike no es pesado de por sí, pero que los capítulos sean cortos es un punto a favor que contribuye a dar ligereza a la narración.

Voy a entrar ahora en materia de personajes y desarrollo de la historia. A partir de aquí es posible que haya spoilers, así que, si no habéis leído El fuego en el que ardo, SALTAOS ESTA PARTE. 

Respecto a la construcción de los personajes, tengo que decir que me han gustado mucho Óscar y Darío. Me han parecido los más complejos y mejor desarrollados de todos. Son los que soportan todo el peso de la historia, en el fondo, cada uno con sus propios conflictos. Óscar debe superar sus inseguridades y recuperar la confianza en sí mismo, mientras que Darío tiene por delante el reto de aceptarse tal como es o no hacerlo y seguir cargando con los remordimientos por la forma en que ha tratado a Óscar. Darío me ha parecido un personaje interesante pese a lo poco que aparece.

El resto de personajes secundarios, por desgracia, no me han parecido tan bien construidos como ellos. Son personajes en los que se apoyan, y entiendo que son eso, un apoyo, una ayuda para que Óscar vaya recorriendo su propio camino hasta llegar a su meta, pero eso no los exime de tener un poco más de desarrollo y profundidad. Sergio, por ejemplo, ha sido un personaje que me ha encantado y que he adorado, pero de él me ha chirriado el hecho de que, desde el punto de vista de Óscar, no se le ha visto ningún defecto. Es perfecto, es adorable. Como lectora me encanta, pero como escritora me ha faltado eso para que sea humano. Óscar es inseguro, a ratos es pesimista, tiene sus propios problemas, pero ¿y Sergio? La única pega que podría verle es esos momentos en los que no para de preocuparse por si Óscar está disfrutando y pasándolo bien, esos momentos en los que parece que solo sabe pensar en Óscar y no en sí mismo. Que no es malo que se preocupe por él, pero no pensar en uno mismo en exceso también puede ser peligroso (aunque no es el caso de esta historia). 
Lo mismo opino de otros personajes que podrían haber dado muchísimo juego, como el padre de Óscar. Es evidente que para Óscar su padre es uno de los obstáculos más grandes en su camino hacia la felicidad. Creo que podría habérsele dado más profundidad al personaje, más allá de convertirlo en una sombra que solo aparece para gritar, para llamar maricón a su hijo le diga este lo que le diga y para agredir a su familia. Parecía que solo sabía hacer eso, y eso lo volvía un poco plano, en mi opinión. Puedo entender que a la madre de Óscar no se le dé tanta profundidad o no se desarrolle su propia trama como mujer maltratada porque desviaría la atención de la trama de Óscar, pero pienso que respecto al padre se podría haber hecho más.

Dejando eso a un lado, pienso que la evolución del personaje de Óscar desde el principio hasta el final está muy bien descrita, con sus momentos bajos, sus subidas, sus recaídas. Habría resultado poco creíble que pasase de estar hundido a estar feliz sin más, así que bien por ello, bien por mostrar que el camino hacia la cima no es siempre en dirección ascendente.

Aparte, hay una cosa que no me ha gustado, si bien también es un reflejo de lo que puede darse en la realidad. No me ha gustado el hecho de que, pese a echarle valor y marcharse de su instituto, Óscar no diera el paso al final y no delatase a los compañeros que lo acosaban, del mismo modo que tampoco me gustó que la madre de Óscar decidiese no denunciar a su marido por maltrato. Comprendo que en la vida real mucha gente hace lo mismo por miedo a represalias en ambos casos, pero no me ha gustado. Para mí ha sido como si no hubiesen resuelto el problema de forma definitiva, simplemente se han limitado a esquivarlo. Pero ¿y si los excompañeros de Óscar se propusieran averiguar dónde estudia ahora y lo siguieran para continuar con su acoso? ¿Y si su padre hiciera lo mismo con su madre? No sé... Entiendo que no lo hagan, pero no lo comparto. Teniendo en cuenta los extremos a los que Óscar y su madre han llegado, no.

Por último, mencionar el tema del sexo en esta novela. Me parece que está bien tratado, de forma correcta y coherente. El sexo en la literatura juvenil todavía sigue siendo un poco tabú, apenas se muestra y si se hace es todo edulcorado y poco real. Me ha parecido bien que también se entrase en esto en esta novela. Al igual que muchas de las "novedades" que he mencionado al principio de la entrada, mostrar este tema en la literatura para jóvenes es necesario.

Ya no hay más spoilers a partir de aquí

En resumen, puedo decir que El fuego en el que ardo es un libro que me ha gustado muchísimo. Se lee rápido gracias a su estilo ligero, es un libro capaz de emocionar, de conmover, de hacerte reír, de revolverte, de invitarte a reflexionar. Un libro necesario en estos tiempos y un soplo de aire fresco en el mundo de la literatura juvenil. Espero que con el tiempo aparezcan más libros así, y  del mismo modo espero que Mike Lightwood nos siga maravillando con más novelas próximamente. Buen trabajo ^^

¿Puntuación? Oh, no, yo no doy nada de eso. Bastante me cuesta ya tener que hablar de los puntos fuertes y débiles del trabajo de otros intentando ser objetiva, eso es algo muy personal. Os lo dejo a vosotros.

¿Habéis leído este libro? ¿No? Comentadme vuestras impresiones :) 

¡Saludos!

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