"Concédeme, Señor, serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que sí puedo y sabiduría para distinguir las unas de las otras". Kurt Vonnegut, Matadero cinco

15/11/12

I am not afraid to keep on living. Why should I?

Creo que, despacio, pero sin pausa, cambio. En muchos sentidos. Espero que para bien. Lo que se conoce como "evolucionar". No en un sentido profesional o académico, más bien personal. En mi forma de ver la vida, las personas y las relaciones. Me ha costado, y aún me cuesta, pero veo que estoy cambiando algunas cosas que, no es que fueran malas, sino que hacían daño. A mí, particularmente. Y no es bueno hacerse daño a uno mismo. Yo intento no hacerlo.
Hoy quería escribir sobre esos cambios. Cambios como pasar del sufrir por los cambios a aprender que, igual que los cambios linguisticos que convirtieron wulf en wolf y pisc en fish, estos no pueden evitarse. Si algo va a pasar, pasará, no importa lo que hagas por evitarlo. A veces sí está en nuestra mano cambiar, oye, no quiero que penséis que esto es una entrada derrotista porque no lo es. Muchas veces nuestro destino está en nuestras manos, pero muchas otras suceden cosas con las que no contábamos, cosas que pensábamos que nunca ocurrirían. Pero el caso es que ocurren. Y cuando eso pasa solemos pasarlo mal. Lloramos, nos enrabietamos, odiamos a la situación o a la persona que ha causado ese cambio, odiamos al mundo y nos metemos en nuestro cuarto a jurarnos que no volverá a pasar. Nos volveremos de piedra y nada nos hará daño.
Pero el dolor, creo, es parte de la condición humana. Luchamos por no experimentarlo, en todos los sentidos, porque queremos ser felices. Pero la felicidad completa no se puede saborear sin haberlo pasado mal antes. Yo no valoraría muchas cosas que tengo si no me hubieran ocurrido ciertas cosas antes que me hicieron valorarlas de otra forma. A veces cuando somos felices después de un mal momento nos olvidamos de que eso no impide volver a sufrir en algún momento dado. No hay que olvidarlo. En cualquier momento, igual que vino, se puede ir. Uno nace y muere solo. Por el camino te encuentras con mucha gente, compartes tu camino con muchas personas. Pero que en cierto punto del trayecto vayas con toda esa gente no significa que su camino sea el tuyo. No. Todos tenemos un camino, un camino propio, único, nuestro y de nadie más.  Puede ir paralelo, puede cruzarse con el camino de otra persona. Pero puede separarse también. A veces pienso que la vida es como una enorme autopista de peaje. Cada uno vamos a un sitio, con nuestros coches. Quizá no sabemos exactamente adónde vamos, pero vamos a alguna parte, a donde queremos o debemos ir. No todos los coches toman los mismos desvíos o salidas de la autopista, unos se van antes, unos se van más tarde, otros se incorporan.
Nunca, nunca olvidéis adónde queréis ir. No importa con quién os encontréis y no importan los atascos, las retenciones, los accidentes o las veces que tengáis que repostar. Habrá momentos en los que dudéis, pero no debéis olvidarlo. A veces por fijarnos mucho en el coche de delante o en el que va a nuestro lado nos olvidamos de adónde queremos ir. No lo hagáis.

Lo que quiero decir con esto es que no hay que tener miedo a los cambios. No siempre son para mal. A veces son para bien. Y lo que digo, si han de pasar pasarán. Es como en The Walking Dead, cuando Rick le dice a Carl que todos van a morir tarde o temprano, aunque no hay una manera de estar preparado para algo así. No os digo que no disfrutéis de lo que tenéis pensando que podría desaparecer, al contrario, disfrutadlo aún más, todo lo que podáis. A veces las cosas se valoran más cuando son efímeras. Lo importante es, pase lo que pase, salir enriquecido de lo que se ha aprendido en esa etapa. Si no has aprendido nada, entonces no ha merecido la pena.

Despido esto recordando una de las frases de la canción Famous Last Words de My Chemical Romance, "No tengo miedo de seguir viviendo, no tengo miedo de caminar por este mundo solo". Gerard dijo en una ocasión que, mientras preparaban The Black Parade, se dio cuenta de que en realidad la gente le tiene más miedo a la vida que a la muerte. Es cierto. ¿Cuántos dirían eso de "preferiría morirme" antes que resolver un problema? ¿O "preferiría morirme" antes de hacer esto, o decirle algo a esa persona? Es cierto, gente. Las personas tienen más miedo a vivir y enfrentar sus problemas que a morir. Seguid vivos. Demostrad que esos problemas no pueden con vosotros, que sois más grandes y más fuertes que ellos, que ellos no os controlan ni son dueños de vuestro camino.


Saludos!