"Concédeme, Señor, serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que sí puedo y sabiduría para distinguir las unas de las otras". Kurt Vonnegut, Matadero cinco

17/9/10

Here we are again...Trying to start

Hay quien dice esa frase típica de Nochevieja. Año nuevo, vida nueva, ya sabéis.
Yo intento aplicarme el cuento cada año, intentar recomenzar de cero, quedándome con lo bueno y desterrando lo malo. Aunque, para ser sinceros, no lo suelo conseguir.
Este blog es un nuevo intento por empezar de cero. No será una brillantez, y dudo bastante de que alguien lo visite. No es un blog de noticias de ningún tipo, ni de traducciones, ni de informática... No sé, no tiene nada que lo haga especial. A no ser que el hecho de que yo misma lo escriba lo convierta en especial, claro.
Lo dudo ^^"

Mi blog anterior fue un poco desastroso, en el sentido de que no contaba nada. Hablaba de mí, de alguna que otra movida, de lo que hago, de lo que me gusta. Ya sé que no le interesa a nadie, hoy ha salido en la tele que somos más de siete mil millones de personas en el mundo. De todas esas, no soy la más célebre. Puede que sea bueno. Probablemente sea genial ser anónima y normal, y que no haya nadie sacándote fotos al salir de casa con tus peores pintas. Pero el hecho de ser anónima y normal no significa que no me pasen cosas, ni que no tenga nada que aportar al mundo. Yo creo que todos podemos aportar algo. No es que yo sea un portento, pero quiero aportar. Es por eso que soy como soy y hago lo que hago.

Me llamo Sonia. Tengo 19 años y estudio Lenguas Modernas en Madrid, España. No entiendo muy bien la razón por la que estoy estudiando esta carrera. Desde el punto de vista más objetivo, puedo decir que estoy en ella porque no tenía el nivel de inglés adecuado para entrar en Traducción e Interpretación. Pero no me enojo, porque la verdad es que tampoco quería entrar en esa carrera. No quiero pasarme la vida traduciendo documentos, discursos y libros aburridos. Tampoco quiero ser intérprete de la ONU, como algunos de mis compañeros que, claro, ya no están porque se han cambiado a Traducción. Dudo que alguna vez llegue a ver en persona al presidente de Estados Unidos, o al papa. Bueno, la última no es cierta, le tuve bastante cerca cuando viajé a Roma hace 2 años... Pero no hemos intimado xD
El caso es que acabé en Lenguas Modernas. Es una carrera rara. Según donde la des te la enfocan a distintas disciplinas. Literatura, traducción, enseñanza... En mi caso lo enfocan a la comunicación. Como si fuéramos a ser periodistas, integrantes de un gabinete de comunicación o algo así. No me imagino así tampoco. Aparte de asignaturas curiosas como Retórica o Comunicación intercultural, damos dos lenguas, las que queramos dentro de las que tienen. Yo soy de las "fáciles", inglés y francés. También hay gente que va a chino, árabe y japonés. Un puntazo para ellos, yo no sé si podría estudiar algo así con toda la presión de la uni. En la EOI tal vez, pero no en la uni.
Me alegro de haber tenido el giro del destino apropiado para terminar en esta carrera porque he aprendido cosas que me gustan, cosas relativas al lenguaje, aunque me da pena que este año no tenga Lingüística. Es increíble lo amplia que es esta ciencia, a los de Ciencias habría que enseñarles un poquito por si aún piensan que las carreras "de letras" son fáciles.
Me alegro también porque gracias a ese NO APTA de la prueba de traducción he podido conocer a gente increíble. Es una de las mejores cosas que me han pasado este año, conocerles y compartir todo lo que he compartido con ellos. Viajes, movidas, presiones, comidas, meriendas, cenas... Todo.
Lo dicho. Que no me veo en ninguna parte, ni siquiera estudiando y con todas las salidas que supuestamente tiene mi carrera. ¿A alguien más le pasa? Ya se supone que soy adulta. Elegí mi itinerario en la ESO, en Bachillerato, estoy en la universidad... Pero sigo sin saber qué quiero hacer con mi vida. Es raro. Y desesperanzador a ratos. Me siento como si estuviera pidiendo una prórroga constante, como si en cierto momento me obligaran a elegir y yo lo hiciera, pero sin mucha atención. Como si viajara en tren hasta el final del trayecto y el revisor me obligara a elegir un nuevo destino.
Y así voy, con casi 20 tacos y dando tumbos. Y eso que la gente me cree con las ideas claras...
No, yo no tengo las ideas claras. Desde pequeña nunca he sabido lo que hacer. Con el tiempo, me di cuenta de que no tengo claro lo que quiero, sólo tengo claro lo que NO quiero. Y cuando no, pues adaptación y punto. Como el agua que se adapta a cualquier recipiente, así soy a veces. Ya véis, un caso.
Mi "sueño" o lo que me gustaría conseguir algún día, es ser escritora. Hace 5-6 años, creía que era la única. Pero no, por internet hay muchos chicos y chicas que también quieren dedicarse a esto de escribir, un oficio chungo, para qué negarlo. Cuando en esa famosa clase del insti en la que preguntan qué quieres ser de mayor respondí que quería ser escritora, el profesor me dijo que probablemente no conseguiría vivir de ello. Bueno, lo asumo. No sé qué será de mí dentro de 4-5-6 años. Me da miedo. Esto es lo único que quiero, y es complicado, aparte de que vivimos en malos tiempos, la crisis, el cambio climático y todo eso. Pero hay que intentarlo. Se supone que los jóvenes tenemos energía y no nos rendimos, salvo cuando la realidad nos da cuatro galletas y nos conformamos, ya adultos. Vale, pues a aprovechar esa energía juvenil que se supone que tengo!
Preguntaríais que qué clase de libros (yo prefiero la palabra "historias", porque nunca he publicado nada) escribo. No lo sé. Supongo que se encuadrarían en el género fantástico, pero tampoco cumplo los requisitos. No escribo sobre un mundo Tolkieniano, ni rollo Dragonlance. Admiro a los que son capaces de escribir algo así, porque es muy difícil construir un mundo (con su geografía, sus mitos, sus lenguas) de la nada. Mis mundos son muy simples. En el fondo siempre he sido muy mala describiendo, porque creo que considero más importante lo de dentro. El mundo interior de cada personaje.
Probablemente mis personajes sean los más depresivos del mercado. Muy rollo emo, tal vez. No me considero emo, por lo menos no en el rollo "suicidio-tristeza profunda". Emo viene de emoción. Soy imperfecta describiendo, pero creo que si hay emoción y si consigues transmitir esa emoción a través de los personajes, entonces el trabajo no será tan terrible. Luego sí, probablemente mis personajes sean emo.
Pese a todo, me gusta ser original, o intentarlo. Estoy harta de ir a comprar libros y ver que todos van de lo mismo. Es una locura, porque en el fondo todos esos libros triunfan porque cuentan lo que los chavales (yo leo literatura juvenil, y a ratos la "normal") quieren leer. Quieren amores imposibles, chicos misteriosos y alucinantes que elijan a la tía normal...Y si hay vampiros o magia de por medio, chachi. Así que un obstáculo más. No escribo lo que se lleva. O tal vez sí, pero no calcando las plantillas. Hay quien me dice que en mis historias le doy más importancia a la amistad que al amor. Es muy posible. Quizá porque la amistad en mi vida ha jugado un papel alegre, doloroso a veces, pero normalmente alegre, mientras que el amor sólo me ha quitado el sueño y me ha dado alguna que otra taquicardia. Pero bueno, no es nuevo. Soy masoquista, y no soy la única ^^

Este blog se llama Fear of the...What?! por una canción que me pasó un amigo, Fear of the Dark, de Iron Maiden. No soy fan de ellos, pero me gusta bastante la voz del cantante, es muy teatral. Yo no tengo miedo a la oscuridad, como dice la canción, al menos no a la oscuridad como "ausencia de luz". Más bien, si temo a algún tipo de oscuridad es a la oscuridad como sentimiento oscuro. La tristeza, la desesperanza y todo eso. No es bueno, y a nadie le gusta caer en eso. Por eso lo llamo Fear of the What?! Es como "¿Miedo? ¿Miedo a qué?"

Porque, aunque una servidora no suele aplicarse el cuento (Típico refrán de "consejos doy, que para mí no tengo"), no hay que tener miedo a nada ni a nadie.
Y mucho menos a vivir.



¡Espero que os guste! ;)